Estados Unidos publica en la web cientos de archivos históricos

27/Sep/2023

Ynet Español- por Daniel Edelson 

Ynet Español- por Daniel Edelson 

Por primera vez, la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos ofrece a los visitantes de todo el mundo acceso  su colección de manuscritos en hebreo y lenguas afines, como el yiddish, el árabe-hebreo y el persa. Los 230 manuscritos recién digitalizados se pusieron en línea en agosto por primera vez a disposición de investigadores y público en general. 

El esfuerzo por digitalizar estos documentos ofrece una visión completa del patrimonio judío a lo largo de los milenios y supone “un salto adelante en la misión de democratizar el conocimiento y asegurar el patrimonio cultural para el futuro”.

Entre estos tesoros destaca un capítulo inédito de la redacción de “Shemoneh She’arim” (Ocho puertas) del rabino Hayyim Vital, el principal discípulo de Isaac Luria de Makoveli Ha’ARI de Safed; una rara miniatura de 4 cm de Seder Kriyat Shema (u orden de oraciones antes de dormir) de Alemania, de 1745; una Ketubah (contrato matrimonial) de 1896, procedente de Italia, que revela la sorprendente continuidad de las costumbres a lo largo del tiempo; la responsa en papel fabriano de Rashba (rabino Shlomo ibn Aderet), del siglo XIV, considerada una de las más raras de su género; y la célebre “Hagadá de Washington”, elaborada en 1478 por Joel ben Simeon, un escriba hebreo célebre como “uno de los más grandes artistas judíos de la época”.

Los manuscritos de la colección abarcan desde el siglo XI hasta el siglo XX, ofreciendo una visión completa del patrimonio judío a lo largo de los milenios.

Una de las últimas incorporaciones a esta variada colección es también la más antigua. Se trata de un fragmento de un rollo de la Torá de finales del siglo X u XI, probablemente redactado en Egipto y que contiene el texto más antiguo conocido de la Canción del Mar, ordenado según la antigua tradición de los escribas. Este fragmento, actualmente en proceso de conservación, aún no fue digitalizado.

Además de estos manuscritos, la colección incluye documentos relacionados con la medicina popular judía y la magia, así como dos que tratan de la música judía en el Imperio Otomano, entre muchos otros.

Esta iniciativa de digitalización fue posible gracias al apoyo financiero de 50.000 dólares de la Fundación David Berg. Aunque estos manuscritos digitalizados no contengan revelaciones, sirven como ventanas al multifacético tapiz de la historia judía, mostrando diversas prácticas a través de diferentes épocas y regiones geográficas.

Nacido de los retos planteados por la pandemia de coronavirus y la necesidad imperiosa de facilitar el acceso a distancia a los materiales de investigación, este esfuerzo supone un paso adelante en la conservación y difusión del patrimonio cultural, según la biblioteca.

El archivo digital resultante está ahora alojado en el sitio web de la Biblioteca Nacional de Israel, fomentando la colaboración y el intercambio de conocimientos entre instituciones de todo el mundo.

“La colección refleja una extraordinaria tradición manuscrita de incalculable valor para la investigación. Su existencia y presencia en línea son a la vez una inspiración y una invitación a admirar, comprometerse, aprovechar y hacer progresar las contribuciones judías a la humanidad desde el siglo X en adelante”, declaró Lanisa Kitchiner, jefa de la División de África y Oriente Medio.